Coach experto en técnicas de Alto Impacto

Empezamos con 3.000 $ y un primer experimento. Hoy, cada lanzamiento mueve hasta 80.000 $ en publicidad... y sigue generando un ROAS medio cercano a 7 gracias a una estructura sólida y validada

Cuando empezamos a trabajar juntos, su negocio estaba en pausa. Durante el último año se había centrado en otras cosas y eso se notaba: las ventas no llegaban, los productos online no funcionaban y dependía casi por completo de un solo servicio presencial.

No había estructura, ni campañas, ni estrategia clara. Solo una sensación constante de estar estancado y de que algo tenía que cambiar. El mayor problema no era solo técnico o comercial: era que el negocio ya no sostenía el impacto que él sabía que podía generar.

Cómo lo consiguió

El primer lanzamiento fue pequeño, pero rentable. Esa rentabilidad no se retiró: se reinvirtió casi en su totalidad en los siguientes lanzamientos, validando que el sistema funcionaba.

Con cada ciclo, se aumentó la inversión publicitaria de forma controlada, siempre respaldada por datos y resultados.

Fue un escalado inteligente, no agresivo: el embudo convertía, la estrategia estaba alineada, y la publicidad hacía su trabajo. Así, una parte importante de la facturación se transformó en el combustible para crecer rápido y con control.

Y de esa forma. en menos de un año, pasamos de campañas de validación a lanzar con hasta 80.000 € de inversión por lanzamiento, sabiendo que cada euro volvía multiplicado.

Resultados actuales

Hoy su negocio tiene estructura, previsibilidad y escala. Ya no depende de un solo producto ni de un único canal. Tiene una escalera de valor activa, en la que cada lanzamiento impulsa los siguientes pasos de su oferta.

En cada campaña, el ROAS medio ronda el 4 en tráfico frío, pero como los leads continúan avanzando por su ecosistema de productos, el retorno total supera el 6,5. En la práctica, sus campañas no solo se pagan solas: generan beneficio desde el primer contacto.

Además, no solo mantiene resultados, sino que los mejora en cada ciclo. Seguimos optimizando la estrategia y aplicando nuevas palancas para aumentar el volumen y la conversión. El sistema ya está construido. Ahora lo que estamos haciendo es escalarlo.

Qué hizo Arias.Growth

Nos encargamos de toda la parte publicitaria y fuimos aportando estrategia en cada etapa, siempre en coordinación con su equipo.

En cada lanzamiento, nuestra responsabilidad era clara: que las campañas funcionaran desde el primer día. Para eso, trabajamos en:

  • Definir audiencias con intención real de compra: no se trataba solo de segmentar por intereses, sino de entender bien el tipo de persona que realmente avanzaría por su escalera de valor. 
  • Diseñar creatividades que conectaran con distintos niveles de conciencia: adaptamos los mensajes según el punto en el que se encontraba cada perfil, desde personas que nunca habían oído hablar de él hasta otras que ya lo seguían de cerca.
  • Probar y validar diferentes ángulos de comunicación: testeamos enfoques emocionales, racionales y de autoridad para encontrar qué narrativa movía a la acción.
  • Controlar y redistribuir presupuesto a diario: tomábamos decisiones basadas en datos, no suposiciones. Si algo funcionaba, se escalaba. Si algo no rendía, se pausaba o se ajustaba.
  • Ajustar copys y landings en tiempo real: el trabajo no acababa cuando se lanzaba la campaña; era un seguimiento constante para optimizar cada detalle según el comportamiento de los leads.
  • Coordinar campañas por fases: estructuramos la inversión según el ritmo del lanzamiento: calentamiento, captación masiva, cierre y remarketing final.

Qué estrategias y decisiones marcaron la diferencia

Más allá de las campañas, hubo algunas decisiones clave que hicieron que el sistema funcionara y se pudiera escalar con seguridad:

  • Arrancar con enfoque en rentabilidad, no volumen. No se trataba de “gastar para crecer”, sino de validar con poco y escalar solo lo que demostraba retorno. Eso permitió tomar decisiones con calma y sin poner en riesgo el negocio.
  • Medir más allá del lanzamiento. Analizamos siempre el ROAS no solo inmediato, sino en toda la escalera. Muchos leads que no compraban al inicio lo hacían semanas o meses después. Esa visión global permitió entender el valor real de cada contacto.
  • Afilar el mensaje en función del feedback real. No nos basamos en suposiciones. Miramos los datos, las preguntas frecuentes, los puntos de fuga. Ajustamos copys, landings y enfoques para que cada parte conectara mejor.
  • Separar tráfico frío y templado. No todos los leads están en el mismo punto, y eso lo reflejamos en la publicidad. Creamos campañas específicas según el nivel de relación, con mensajes distintos y objetivos claros.
  • Construir sobre lo que ya funcionaba. En lugar de inventar desde cero en cada lanzamiento, tomamos lo que ya había dado resultado y lo fuimos mejorando. Así el sistema se volvía cada vez más sólido y eficiente.

Estas decisiones permitieron que el negocio no solo creciera, sino que lo hiciera con orden y consistencia. No hubo saltos al vacío, hubo una estrategia clara detrás de cada paso.

Hoy, este cliente no solo tiene un negocio rentable. Tiene una estrategia que le permite seguir creciendo sin depender de un golpe de suerte. Cada lanzamiento es más sólido que el anterior porque no hay improvisación, hay un sistema probado funcionando detrás.

Y eso es lo que hacemos: construir junto a nuestros clientes sistemas de captación y conversión que tengan sentido, que se puedan medir y que se puedan escalar.

Si estás en un punto donde sabes que tu método funciona, pero tu negocio aún no refleja ese valor… quizás sea momento de revisar cómo lo estás comunicando, vendiendo y escalando.

¿Te gustaría saber si podríamos ayudarte a ti también?
Agenda una llamada estratégica y lo vemos con calma.

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